No existe una cura para la rosácea, aunque se puede intentar controlar. Se conocen varios tratamientos para la rosácea.
Para la piel se pueden aplicar tanto antibióticos aplicados sobre la piel directamente así como también se recetan antibióticos por vía oral. Las inflamaciones de la piel si que mejoran de manera rápida aunque el enrojecimiento y el sonrojo tienen menos posibilidad de mejorar. Dichos antibióticos siempre serán recetados por un dermatólogo.
Otra posibilidad es la cirugía láser mejora la piel sin causar demasiadas cicatrices o daño y por último también se puede acudir a uso de maquillaje de un teñido verde ayuda a ocultar el enrojecimiento de la piel.
Como ya hemos comentado anteriormente la rósacea también afecta a los ojos, para los ojos los antibióticos suelen ser por vía oral. Las personas que tienen infecciones en los párpados tienen que lavárselos a menudo. Pueden utilizar un champú para niños diluido con agua o con un limpiador de párpados que se puede comprar sin receta. Después de frotarse con delicadeza los párpados, debe aplicarse una compresa tibia (pero no caliente) varias veces al día.